Y mientras las feministas queman brassieres, y pelean y exigen eso de la igualdad con los hombres, a mi eso me viene valiendo un pito. Porque simplemente no podemos pedir igualdad cuando somos tan distintos (han leído Los hombres son de Marte y las mujeres de Venus?? no?? pues no lo hagan, es malísimo -o al menos a mí no me gustó-). Tampoco me confundan, no estoy a favor de la discriminación, ni de los malos tratos; pongámoslo así: a nivel ciudadano y profesional tener los mismos derechos -con sus correspondientes obligaciones, desafortunadamente- que los hombres, pero en cosa de las relaciones interpersonales, familia, yo no quiero un cambio de roles drástico, quizá paulatino, es que han de saber que hay varias actitudes de los macho men que me derriten...
* Me gusta (de repente, no todo el tiempo) que me digan Nena, Chiquita, Chiquilla -quitandole, el tinte cochinon y pervertido claro está-
* Me gusta que me abran la puerta del coche (y ya no pido mucho, solo si nos subimos ambos al mismo tiempo que me abra la puerta)
* Me gusta que me celen poquitín (nada con exceso, todo con medida)
* Me gusta que marquen su territorio (que digan: esa chica es mía) y no como propiedad en sí, sino como continuación del punto anterior: yo salgo con ella, no te le acerques!!
* No soy muy de la onda de la damisela en apuros, pero si es lindo que ellos me ayuden con cosas que saben que no se me dan mucho (cargar cosas pesadas, la programación, cálculo diferencial...) al igual que yo los ayudaría para algo que se les dificulte y yo pueda hacerlo claro
Creo que si soy algo retrógrada, pero analizándolo todo punto por punto no soy troglodita, como por ahí dicen ni tanto que queme al santo, ni tanto que no lo alumbre
Lorena
folklorica
0 comentarios:
Publicar un comentario