Interactuar con alguien, responde a una necesidad de conexión que está presente desde los inicios de nuestra vida.
Se dice que cuando se es bebé, y se empieza una interacción, en el momento de suspenderla, el bebé, se estirará, sonreirá y hará ruiditos para recuperar la atención.
Durante el periodo que dura estas acciones el bebé se siente rechazado, hasta que logra captar la atención y reestablecer la relación con la otra persona.
Es saludable aprender a lidear con el rechazo, sin embargo, cuando este es prolongado, los afectos naturales del bebé van decayendo. Hay bebés que siguen sonriendo, y estirandose, por meses, años, hasta que finalmente, sus afectos desaparecen.
La única cosa que tienen en mente es la sobrevivencia a toda costa, aún cuando esta pueda resultar agresiva.
Yo ya me cansé de estirarme y sonreir.
A la "·"·$$%"%"!$%"@!
No estoy... deje su mensaje al oir el bip
BIP
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