domingo, mayo 30, 2010
Madurez
Hay señales inequívocas de que el tiempo está pasando...
Claro que una cuando es joven y bella, no está impuesta a andarse buscando detallitos, que si el pliegue que si el michelin, que si nada...
Pero hay cosas que ni por muy despistada que ande puedo ignorar...
El jueves pasado fuí a un parque:
Señal 1. La fricción de la resbaladilla casi me prende fuego en la rabadilla -cosa más desagradable-, y no recuerdo que más joven eso me haya pasado...
Señal 2. Me pareció completamente inútil los juegos de argollas y las cuerdas para escalar a algún tubo.
Selñal 3 y la más fatídica: Quedé atorada en un columpio.
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