viernes, septiembre 16, 2011
Píldoras de ácido
Como últimamente habrán notado, no soy la persona más feliz del mundo.
No es queja, ni solicitud de lástima o compasión, es simplemente lo que grito todos los días conforme avanza el tiempo. No es culpa de nadie que no sea yo por ser incapaz de llevar mi propia vida, o quizá por soñar alto, muy alto, por creer que de alguna manera mi vida iba a ser diferente a lo convencional, y quizá también estoy decepcionada porque no hay nada más común y más corriente que una existencia como la mía.
Últimamente me he dado cuenta de que el 90% de mis expretendientes se han casado/comprometido en lo que va del año, y ha pesar de que en verdad me da gusto que hayan encontrado a alguien a su medida, en el fondo de mí hay una serpientilla que me pregunta que habría sido de su vida si yo hubiera dicho "SI", porque no me habría casado con ninguno. Es tan arrogante y quizá tan cierto pensar que habría cambiado sus historias; me alegra no haberlo hecho.
Pero hay veces que me entra un extrañamiento por todas las cosas que yo quise, y que no son posibles ya, que es imposible que no piense como sería mi vida ahora sí...
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario